Los desencadenantes de problemas de pareja pueden ser múltiples y no necesariamente tienen que ser negativos, los más frecuentes son: cambios laborales, (positivos o negativos) diferente status laboral o profesional en los integrantes de la pareja, enfermedades, problemas económicos, la llegada de los hijos, padres primerizos, la situación que los hijos abandonan la casa de los padres, una infidelidad que no ha sido superada, problemas de convivencia , problemas sexuales, crisis vitales, las familias de nuestra pareja, falta de comunicación y muchos otros pueden ser generadores de problemas en la pareja.
Es importante para poder enfrentar estos problemas de pareja o conflictos de pareja reestablecer la comunicación, además de que persista la motivación para continuar la relación.
Una comunicación fluida, donde realmente se escuche al otro aunque no compartamos su visión, donde haya respeto y no genere malos entendidos es el primer paso para la resolución de los problemas de pareja. Aunque parezca sencillo no lo es, solemos encerrarnos en nuestros puntos de vista partiendo de ante mano que la opinión de nuestra pareja no es válida.
Es importante desbloquear los canales de comunicación para poder llegar a acuerdos y resolver conflictos.
La rutina es otra importante generadora de problemas de pareja. La rutina muchas veces silenciosa convierte la relación en algo estereotipado y monótono. Todos los días son iguales, existe la sensación de que ya no queda nada por decir ni que hacer, sobre todo luego de largos períodos de convivencia.
Como enfrentar los problemas de pareja? Lo primero es tener la voluntad de ambos en resolver los conflictos y analizar cuales son los motivos por los cuales deciden continuar la relación. Hay parejas que continúan juntas por situaciones que son ajenas a la relación de pareja, entre las más comunes están: miedo a la soledad, los hijos, falta de medios económicos de sustento, la falta de un trabajo, el qué dirán, la costumbre.
Quizás estos no sean por si mismos motivos para continuar una relación ya que en ninguno de los casos estaría motivada por el deseo, sino está más vinculada a imposibilidades personales o sentimientos negativos como lo es el miedo.. De ser este el caso sería necesario resolver el problema personal ya que este no involucra a nuestra pareja. Pero si persiste el deseo de continuar la relación es necesario comenzar con una buena comunicación, escuchando realmente al otro, no ceñirse en los propios argumentos, tratar también de entender los argumentos de nuestra pareja. Para la vida en relación siempre tenemos que en algo ceder. Establecer nuevos acuerdos, nuevos pactos.
Muchas veces los roles estereotipados en una relación son generadores de importantes conflictos. Si siempre es uno quien toma las decisiones, quien se ocupa de los chicos, de la economía del hogar, etc, suele generar problemas de pareja. Lo mas recomendable es que las decisiones sean dialogadas de común acuerdo, o que los roles sean móviles, o sea que no siempre sea uno el que se encargue de las mismas responsabilidades sino que sean compartidas.
El concepto de pareja que tenemos introyectado es el de nuestra infancia, el de la familia en la que nacimos. Una pareja es la conjunción de esos dos modelos de familias que cada uno de los integrantes lleva consigo. Es importante tener en cuenta que no necesariamente nuestra pareja actual debe funcionar de igual modo que la pareja de nuestros padres. Por lo tanto si bien siempre van a influir este modelo en nosotros, hay que tomar en cuenta que nuestra relación de pareja nuestra es única y diferente.