La infidelidad es una situación que genera una serie de sentimientos contradictorios en quien las padece produciendo confusión, tristeza muchas veces motivado por sentimientos negativos como el odio y la culpa.
Sin embargo la infidelidad no es responsabilidad de un miembro de la pareja, menos aun de quien es “víctima” de una infidelidad, sino que está vinculada a ambos miembros de la pareja, puede ser una situación de crisis o problemas que no pudieron resolver.
Son muchos los factores que pueden motivar una infidelidad cuando existe esta situación de crisis de la pareja aunque la mayoría pasa por problemas de comunicación tanto a nivel de diálogo como a nivel sexual. Algunas parejas manifiestan haber perdido el interés de los primeros tiempos tanto en el aspecto comunicacional tradicional como en el plano sexual.
En individuos con características de personalidad mas inmaduras la infidelidad puede ser motivada por una necesidad permanente de enamoramiento, de idealización de la otra persona, que se niegan a ver a la persona real tal cual es, y prefieren comenzar nuevas relaciones para vivir ese estado de permanente enamoramiento.
En esa situación, quien vive una infidelidad en forma reiterativa, debe preguntarse si está dispuesto a afrontar esa situación con su pareja con la angustia que puede generar y si ambos así lo deciden buscar ayuda profesional.
Por otro lado se dan otro tipo de situaciones en la relación de pareja que desembocan en una situación de infidelidad. Me refiero más específicamente a cambios individuales en uno de los miembros de la pareja, como ser un cambio de empleo, ascensos, etc. Esto sucede sobre todo en parejas competitivas donde el cambio de uno es dificultoso de asimilar en el otro.
Generalmente estas situaciones de éxito de uno de los miembros son vividas por el otro como fracasos personales, teniendo que compensar de alguna manera siendo una de ellas la situación de infidelidad. En el infiel esta la fantasía de que el éxito de su pareja lo ha hecho mas atractivo en muchos planos incluido el sexual por lo que busca compensar su situación frente al otro.
Esta situación conlleva una serie de desencuentros que son abordados por canales comunicacionales inadecuados produciendo un quiebre en la pareja y muchas veces situaciones de infidelidad.
Otra situación frecuente de infidelidad se da en aquellos individuos que sienten que su pareja amenaza su independencia y autonomía. Generalmente estas personas sienten que se “asfixian” con su pareja ya sea por situaciones de celos, controles, etc y sienten la necesidad de encontrar un tercero que les haga sentirse independientes y libres en sus elecciones.
En este caso en particular el problema de la infidelidad está vinculado a los límites que la pareja ha establecido.
Sin embargo esta situación resulta mas fácil de resolver si hay voluntad de las partes, con orientación profesional que apunte a abrir nuevos canales de comunicación donde cada uno pueda ceder frente al otro y se vuelvan a estructurar nuevamente los límites, respetando el espacio de cada integrante de la pareja.