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ABULIA: SIGNIFICADO
Falta de fuerza de voluntad, disminución de la motivación, apatía.
Según su etimología la palabra Abulia proviene del griego y la podemos dividir en dos: el prefijo A que significa “sin” o “no” y Bulia que está vinculado a la voluntad.
El diccionario de psicología define la abulia vinculándola a un trastorno de la actividad intencional o una alteración de la motivación.
“La abulia se refiere o bien a un trastorno de la actividad intencional, por lo que el individuo se muestra incapaz de decidir aun cuando se trate de elecciones de escasa importancia, o a una alteración de la motivación, por lo que el individuo no es capaz de iniciar o de continuar una acción aun cuando ésta es deseada”
pág 17 Diccionario de Psicología Umberto Galimberti XXl ediciones
Entonces, en cuanto a una persona abulia significa “con ausencia de voluntad” o “carente de voluntad” o falto de motivación.
Carente de voluntad o reducción de la voluntad. Falta de iniciativa para realizar una actividad. Podemos relacionarlo con la falta de motivación, de deseo por llevar a cabo actividades incluso aquellas que le resultaban placenteras a la persona.
Es decir, la abulia no ocurre solamente en aquellas actividades que a la persona le resultan tediosas, sino también en sus favoritas o placenteras.
Hay una pérdida en la toma de iniciativa pero también puede ocurrir que cuando realiza una actividad es sin un propósito y menos aun manifiesta interés de continuar esa acción.
Otra característica de la abulia es la falta de espontaneidad.
La abulia puede afectar toda la vida de la persona o manifestarse en diferentes grados o intensidad.
En el plano relacional. La persona con abulia no muestra voluntad de interactuar con otras personas, ni de hablar tampoco de efectuar cualquier acción. Manifiesta una respuesta emocional lenta o tardía.
A nivel corporal sus movimientos pueden ser más lentos, esa falta de voluntad y motivación la expresa con todo el cuerpo.
ABULIA: SINTOMAS.
La abulia presenta una serie de síntomas, su grado e intensidad va a depender de cada persona en particular.
Puede presentar varias de estas características o solo algunas.
Dentro de los síntomas de la abulia podemos destacar:
- Falta de interés y pérdida de voluntad. Carencia de voluntad en efectuar cualquier acción incluso aquellas que antes le resultaban placenteras.
- Pérdida de iniciativa en comenzar una actividad. Y si comienza una actividad lo hace con desgano.
- Espontaneidad reducida o nula.
- Desinterés por el contacto social e interpersonal que puede llevar al aislamiento.
- Desinterés en la comunicación. En grados extremos puede llegar al mutismo.
También se puede apreciar falta de interés en el aspecto o imagen. La persona se encuentra con aspecto descuidado, desalineado. Incluso puede estar falto de higiene personal.
La falta de interés puede involucrar la ingesta de alimentos. La persona con abulia puede no tener ganas de comer, o hacerlo de forma lenta.
A nivel psicomotriz la persona manifiesta movimientos lentos y en ocasiones torpes.
En la abulia nada te motiva, a pesar de que puede haber múltiples estímulos ninguno te interesa. En el trasfondo hay una falta de deseo. Emocionalmente la persona con abulia se muestra distante, en su mundo, no manifiesta interés por si mismo ni el mundo que le rodea.
ABULIA: CAUSAS.
En cuanto a las causas de la abulia hay que buscarlas en la historia de la persona. Generalmente la causa de la abulia proviene de frustraciones afectivas, de un contexto familiar y/o educativo que es vivido como hostil e inadecuado.
En ese sentido las causas son:
“una reacción psicológica ante frustraciones afectivas, sobre todo en el ambiente familiar, o frente a tratos educativos inadecuados, como por ejemplo el hastío provocado por una actividad escolar aburrida y no activa”.
pág 17 Diccionario de Psicología
Para una mejor comprensión de las las causas de la abulia podemos dividirlas a modo de una mejor comprensión en:
- Cuando la abulia no está relacionada con una patología
- Cuando la abulia es un síntoma de una patología.
En el primer caso, difícilmente se manifieste como una falta completa de voluntad sino más bien como un debilitamiento de la misma. Puede atacar la capacidad de decisión y de acción o disminuir las funciones intelectuales, por ejemplo la atención.
En el segundo caso, cuando la abulia es síntoma de una patología, puede estar asociada a una patología de origen orgánico o psicoemocional.
Cuando hay una enfermedad o un cuadro orgánico que propicie la abulia y sea la enfermedad la causa de la abulia.
- Lesiones cerebrales en el lóbulo frontal. Accidentes cerebrales
- Enfermedades orgánicas ej parkinson, lesiones cerebrales
Cuando no hay causas orgánicas debemos encontrar las causas emocionales que pueden estar produciendo este desinterés y falta de motivación.
A nivel psicoemocional:
Hay que ver esa falta de motivación, de voluntad, de energía, que podría resumirse en una ”falta de vida” puede estar relacionado a nivel psicopatológico asociado a: Cuadros depresivos.
La abulia puede estar asociada a situaciones de duelo, de pérdidas, separaciones, muerte de seres queridos. La persona se siente con falta de energía, con desgano en mayor o menor grado.
Cuando la abulia permanece más del tiempo del normal (aprox 8 meses) en que se suele tramitar un duelo por ejemplo es necesario la consulta y el tratamiento psicológico y farmacológico.
En depresiones crónicas (de al menos dos años de duración aproximadamente) la abulia suele ser un síntoma habitual de funcionamiento en estos pacientes.
Hay que diferenciar la abulia de la abulia como síntoma en un cuadro depresivo.
“Cuando aparece como síntoma en los estados depresivos, va acompañada de ansiedad. La abulia fue estudiada por P. Janet, que la definió como “alteración de los fenómenos a través de los cuales se manifiesta la voluntad” (1903); por E. Bleuler, que la atribuyó a la ambivalencia que caracteriza a los conflictos internos y a las inhibiciones en determinadas formas obsesivas; por S. Freud, que la encontró en los casos de histeria, y por E. Kretschmer, que la incluyó entre los “fenómenos de la falta de espontaneidad”. Pág 17 diccionario de psicología.
La abulia puede formar parte de la sintomatología de la esquizofrenia. En formas catatónicas y en demencias.
ABULIA: EJEMPLOS.
Sientes que nada te gusta, que no tienes ganas de hacer nada. Te cuesta realizar actividades que antes disfrutabas por ejemplo salir con amistades.
Puedes sentir que “todo te cuesta más” incluso actividades básicas como el aseo personal, la alimentación, etc.
Puedes decir frases como “no le encuentro sentido a nada”, “no me interesa”, “no me motiva”.
Puedes preferir quedarte en la cama a socializar, salir con amistades, familia o pareja.
Estos ejemplos de abulia podrían identificarte y tomar conciencia que estás viviendo una situación de la cual puedes salir y sentirte mejor contigo mism@.
ABULIA: TRATAMIENTOS.
Es importante en primera instancia realizar un diagnóstico que permita evaluar y comprender que le está sucediendo a la persona. Su situación vital y desde cuando presenta el síntoma.
El diagnóstico permite también visualizar los recursos que cuenta la persona para salir de dicha situación.
Por otro lado, es necesario realizar un diagnóstico diferencial para comprender si la abulia forma parte de una patología o se encuentra vinculada más bien a un momento que está viviendo la persona. Para de esta manera indicar el tratamiento médico y psicológico adecuado.
De acuerdo al diagnóstico realizado se indicará el inicio de psicoterapia y el tratamiento farmacológico, como puede ser algunos antidepresivos.
Otros tratamientos para la abulia. La terapia cognitiva conductual puede ser recomendable en algunos casos de abulia, de manera de trabajar sobre la motivación. También la abulia puede ser tratada con otras terapias psicológicas.
ABULIA ESCOLAR.
Puede ocurrir que el niño se muestre como cansado, perezoso pese a todo esfuerzo de los padres por cambiar esas conductas el niño se muestra falto de interés aún por los juegos.
Generalmente son niños “tranquilos”, y en ese sentido no llama la preocupación de los padres en edades tempranas. Ya que el niño “se porta bien”, “no molesta”, pero en ocasiones tampoco juega.
Es necesario que los padres observen el comportamiento de sus hijos, y aunque les pueda resultar normal ya que el niño “no molesta, se porta bien” se muestra dócil, sus conductas están mostrando falta de voluntad e interés en el mundo que lo rodea.
Y es justamente la actividad lúdica y exploratoria del niño la que le permite descubrir el mundo simultáneamente con la construcción de su identidad infantil.
La abulia está vinculada a la falta de motivación, si tomamos en cuenta que la motivación implica “moverse ”, es decir generar acción para producir un efecto y para ello es necesario que haya una necesidad un deseo a satisfacer y un incentivo para esa acción.
Esta falta de motivación o apatía puede traer como consecuencia situaciones de fracaso escolar.
El niño con abulia escolar manifiesta desinterés en algunas áreas lo que habría que diferenciar de un cuadro depresivo.
Cuando el niño no manifiesta interés de realizar ninguna actividad ni siquiera con sus amigos, puede estar viviendo un cuadro depresivo y necesita hacerse una consulta inmediata.
ABULIA EN LA ADOLESCENCIA.
Cuando la abulia se presenta en un adolescente por lo que significa este momento vital, puede no tener que ver con un trastorno emocional propiamente dicho, sino más bien con ese reacomodamiento que está transitando el adolescente.
La abulia en la adolescencia, puede presentarse como que “nada me importa”. En estos casos es importante estimular al adolescente a decidir, a accionar sobre su realidad y su contexto en esa búsqueda de identidad que vive todo adolescente.
De esta manera resulta interesante dejar que el adolescente se lance a esa búsqueda, que haya un espacio de “lo no dado”, por el entorno y su familia, de manera, que él o ella pueda ir construyendo su identidad, el quien soy y el quien quiero ser desde su propio deseo.
Generar su propio deseo implica una carencia que propiciaría movimiento, búsqueda en ese adolescente, una búsqueda de quien es y quien quiere ser.
BIODESCODIFICACION ABULIA.
En la abulia hay un conflicto en que la persona se encuentra “resignada”, sin interés en buscar salidas o alternativas. La falta de motivación se produce cuando no hay un propósito, una meta.
Esa falta de energía, de motivación que puede darse en cualquier edad.
Desde la biodescodificación para comprender los orígenes de la abulia, hay que estudiar el transgeneracional y mediante ese análisis encontrar que sucedió a nuestros ancestros que pueda estar incidiendo en nuestra abulia.
Las motivaciones también tienen que ver con nuestros ancestros. Puedes estar repitiendo o reparando algún conflicto de tu árbol genealógico.
Ejemplos de abulia desde la biodescodificación.
Puede tener que ver con una dificultad en algún miembro de la familia de cumplir los sueños, los deseos. O con algunas situaciones conflictiva de algún miembro del clan que no ha podido resolver y/o se ha mantenido como secreto familiar.
Esta situaciones conflictivas no resueltas por algún ancestro involucra la voluntad, la motivación, la energía de vida.
En ocasiones por más esfuerzo que la persona ponga no puede vencer el desgano, es allí donde es necesario buscar en nuestro árbol genealógico una respuesta a la apatía.
Puede haber secretos familiares, creencias, costumbres, valores que inciden y se transmiten de generación en generación.
Desde la biodescodificación la abulia puede encontrar respuestas en la historia de la persona y en el transgeneracional.
ABULIA Y CREENCIAS LIMITANTES
En la abulia puede haber también creencias limitantes, que han sido introyectadas inconscientemente a través de tu historia.
Puede que no te sientas con una total falta de voluntad pero igualmente este viviendo una falta de interés por actividades que te gustaban o por iniciar actividades nuevas. Te ves siempre haciendo lo mismo, yendo de tu trabajo a tu casa, día tras día como que los días se repiten, sin ninguna novedad.
Generalmente encontramos las causas de esta situación en el afuera, y sentís que no puedes cambiar tu realidad, tu trabajo, tu cotidianeidad. Pero siempre puedes cambiar!. Esas limitaciones están en ti y forman parte de tus creencias limitantes.